SSD externo vs disco duro USB 3.0, ¿vale la pena gastar más dinero?

Prueba de rendimiento SSD vs. USB 3.0

Para medir el rendimiento, usamos el estándar CrystalDiskMark habitual para unidades de almacenamiento, ya que nos dice qué tan bien funcionan estos dispositivos tanto en lectura como en escritura en diferentes áreas. El rendimiento del SSD es mucho mayor, más de tres veces el de lectura y cuatro veces el de escritura. Pero, ¿cómo se traduce esto en las tareas de la vida cotidiana?

¿Cuál es la razón para esto? Bueno, porque la naturaleza de la RAM no volátil permite tiempos de acceso mucho más prolongados que un disco duro debido a la forma en que se almacenan los datos y se accede a ellos más tarde, y este es el tipo de memoria que se usa en un SSD y mientras que los discos tradicionales permanecen en unos pocos docena. de megas de transferencia, la memoria flash puede aspirar a unos pocos órdenes de magnitud en la velocidad de transferencia.

SSD externo frente a HDD externo (ambos con USB): copia de archivos

Comparación de disco duro SSD

Supongamos que queremos copiar archivos en ambos dispositivos, ya sean películas (archivos grandes), música (muchos archivos medianos) o fotos (muchos archivos pequeños). Para esta prueba, copié desde el SSD NVMe al dispositivo externo, en todos los casos 12 GB acumulados. Veamos el rendimiento de ambos:

Obviamente, el SSD externo nuevamente nos dio un rendimiento mucho mejor en todos los casos, pero fíjate que cuanto más pequeños son los archivos, menor es la diferencia entre los dos. Por supuesto, un disco duro USB externo está diseñado para almacenar cosas grandes y mantenerlas allí, no para mover datos constantemente.

También es cierto que un SSD siempre funcionará mejor con archivos más pequeños en comparación con un HDD. Por ello, en archivos de mayor tamaño, las cifras de tiempo son menos pronunciadas y, en cualquier caso, están sujetas al ancho de banda USB queramos o no, donde hay que tener en cuenta que su rendimiento dista mucho de la linealidad que presenta. podemos encontrar en interfaces como SATA o NVMe.

Uso con programas

Vamos con otro supuesto: tenemos en el dispositivo externo una serie de archivos (sean los que sean) con los que tenemos que trabajar, ya sean documentos, imágenes para editar en Photoshop, vídeos para trabajar en After Effects, etc. Da igual, la verdad es que tenemos que tenerlos en un dispositivo externo para poder trabajar con ellos en cualquier parte.

Aquí el rendimiento es más relativo, pero en esencia, salvo que manejemos archivos muy grandes, como vídeos para After Effects, el rendimiento subjetivo que nos dan ambos dispositivos es el mismo, aunque los tiempos de carga no lo son. Es decir, para documentos o archivos de tamaño pequeño y mediano apenas notaremos diferencia, y para archivos grandes solo la notaremos en el tiempo que tarden en subirse. Puede valer la pena.

M.2 como unidad USB externa

SSDExterno

Una posibilidad es montar un SSD en formato M.2 en alguno de los adaptadores especiales que las convierten en llaves USB externas. Esta es una tercera opción para SSD externos que te recomendamos mirar si alguna vez ves un disco duro M.2 con interfaz SATA o PCIe y quieres usarlo como disco externo para llevar aplicaciones portátiles o quién sabe si una distribución de Linux.

En conclusión

Disco duro SSD

Sabemos que los SSD USB externos son mucho más caros que los discos duros convencionales, pero nos dan un rendimiento mucho mejor en todos los ámbitos, además de que carecen de piezas mecánicas y por tanto son mucho más aptos para el transporte. A su vez, los discos duros externos son mucho más económicos y nos dan no solo mucha más capacidad, sino que otro parámetro que mucha gente no tiene en cuenta es la esperanza de vida: recuerda que los SSD tienen un número limitado por scripts, mientras que los discos duros tradicionales sí. no.

Esto significa, y hemos llegado a la conclusión y nuestra recomendación, que si vas a usar el dispositivo de almacenamiento externo para simplemente tener datos allí y te interesa tener mucha capacidad, debes elegir un disco duro tradicional. drive, especialmente si lo que quieres es tener copias de seguridad que te duren en el tiempo. Es más, si eres de los que hace copias de seguridad continuas de su información, te recomendamos que utilices un HDD convencional, porque la cantidad de datos que almacenarás con el tiempo será mucho mayor e incluso puede llegar a superar el tamaño de un SSD.

Ahora bien, si necesitas menos capacidad pero más velocidad porque necesitas espacio de almacenamiento para operar o jugar, entonces el SSD externo es tu opción preferida aunque sea más caro y tenga menor capacidad. Te lo recomendamos especialmente si trabajas en aplicaciones como edición de vídeo o diseño gráfico, donde la velocidad de acceso a partes de diferentes archivos es clave.

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